sábado, 28 de noviembre de 2009

Birlando estereotipos

Aquí en Cantabria, aparte de la fiebre nacional que se experimenta por el fútbol y otros deportes más internacionales, contamos con juegos que tradicionalmente se practicaban por esta región y que con el paso de los años se han ido extendiendo, incluso evolucionando hasta la categoría de deportes propiamente dichos. Uno de ellos y el creo que más famoso, son los bolos.
A los de los Picapiedra se parecen básicamente en la presencia de un número de bolos que hay que derribar con una bola, pero no más.
A grandes rasgos, los cántabros, hechos de madera se disponen en tres filas de tres bolos cada una, a una distancia de un bolo entre fila, y además, hay un décimo bolo, un poco más pequeño que se llama emboque, que se coloca en la periferia del cuadrado formado por los nueve principales.
El objetivo es, bien individualmente o por equipos, intentar derribar el mayor número de bolos. Para ello, cada jugador tiene dos tiros. El primero de ellos, el tiro ( a la mano o al pulgar) se realiza desde una distancia mayor a 6m de la caja formada por los bolos, y la cuestión es que la bola vaya alta para que se quede cerca de dicha caja. ¿Por qué? Por que en el segundo, que se llama birle, se realiza desde donde la bola cayó.
Es un deporte que ahora mismo estamos practicando en educación física, que gusta a quien más a quien menos,al que tenemos un especial cariño, y que sirve de perfecto ejemplo para explicar una situación que estamos viviendo todos durante estos días.


Hace más de medio año que tenemos en mente el viaje a Rumanía, y aproximadamente dos meses que lo estamos saboreando, día tras día entre reuniones, almuerzos, salidas y demás excusas para estar un poco juntos. Decir que tenemos ganas es poco para lo que se vive y experimenta con la idea, por tanto no debe sonar raro que media Cantabria conozca ya que dentro de un par de semanas, traspasaremos unas cuantas fronteras.
Contando nuestro plan, nos hemos encontrado con todo tipo de reacciones. Desde personas que se alegraban por el hecho de que nuestro futuro o una parte de él, tendría escenario en su tierra natal, gente que simplemente nos preguntaba lo típico de si estábamos ilusionados si teníamos ganas, si no pasaríamos frío, hasta ese número de personas cuyas reacciones eran del tipo de ' ¿Rumanía, con los rumanos?, ¿pero no había otro lugar más seguro?.
Nosotros que durante estos días estamos conociendo a ese grupo de personas que nos están brindando la oportunidad de conocer Rumanía con ellos, y abriendo las puertas de sus casas, nos estamos dando cuenta de cuan inútiles y absurdos son los prejuicios, que solo sirven para aislarse en uno mismo y en el grupo de gente que le rodea.
Así que así estamos, jugando una partida de bolos. Intentando volar alto y acercarnos e introducirnos, para conocer el terreno y para derribar de una vez por todas esos estereotipos que, no hacen más que separarnos.


Dicen que derribar los nueve bolos de un solo tiro es algo imposible. Suerte que somos una piña ya casi indisoluble que juega en equipo (o eso intentamos) y que siempre nos quedará... nos quedará el birle ;)

4 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena Esther! Un gran artículo. A ver cuanto te arrancas y nos escribes algo en el blog de Educación Física. Tendré en cuenta esta entrada en la evaluación de puntos extra. Espero que la experiencia por Rumanía sea satisfactoria y conozcáis los entresijos de esa cultura, para mi, algo misteriosa.
    Un saludo a todos. Marcos.

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  2. Lo decía en serio...me ha gustado muchisimo! Una vez más, la tropa unida , y espero que siga siendo así muchos muchos años. Ya sabes lo que dicen, la unión hace la fuerza!

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  3. Y olé. Ya te había felicitado por la entrada, pero en vista de que lo hace todo el mundo por auí... ^^
    PD: vaya fortuna con lo de los puntos extras! :O
    I.

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