lunes, 13 de diciembre de 2010

El Parlamento de Bucarest

El palacio del Parlamento de Bucarest es el tercero más grande del mundo. Su extensión es 270 por 240 m y se puede considerar como el monumento de la megalomanía comunista. Tiene 12 pisos, cuatro pisos subterráneos más, incluyendo refugio antinuclear. Los interiores están adornados con pan de oro y mármol. Funcionan allí 4 500 arañas, de las que la más grande pesa 1,5 toneladas. Sin embargo el adorno nunca ha sido terminado a causa de los caprichos de N. Ceauşescu. Caído el comunismo, el nuevo gobierno se preocupó por la utilización de todo el palacio. Al fin, en 1994 fue decidido convertir el palacio en la sede del Parlamento y Senado.

“Monstruo” es un término adecuado. Con 65.000 metros cuadrados, la superficie de la casa tiene unas dimensiones gigantescas. El Reichstag berlinés cabría cinco veces dentro. Quien quisiera contemplar durante un minuto cada una de las 5.100 habitaciones del palacio de Bucarest necesitaría tres días y medio. A los turistas se le enseña el edificio en una visita guiada de media hora. Estamos hablando de 20.000 trabajadores y 400 arquitectos que a mediados de los años ochenta tuvieron que edificar el palacio con materiales de construcción exclusivamente rumanos. No diremos nada de la despoblación forzosa del centro de Bucarest, de la destrucción de valiosos monumentos; no diremos nada de las inhumanas privaciones, mientras el país carecía de alimentos, energía y materiales de construcción, en Bucarest se erigía una construcción de lujo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario